domingo, 6 de marzo de 2011

- Te prometo un para siempre, ¿tu me lo prometes?
- Eso es demasiado tiempo, todo se puede torcer y podemos acabar odiándonos.
- Bueno, aunque te odie, si me necesitas iré.
- No lo creo.. si me odias no me querrás ver...
- Pues cerraré los ojos.
- No me querrás oir.
- Pues no te dejaré hablar.
- ¿Entonces?
- Te abrazaré y te diré... ¿Te acuerdas de aquella tarde que te prometí un para siempre... Lo decía enserio.

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